Cirugía bucal
La Cirugía Bucal es una especialidad de la Odontología que trata del diagnóstico y tratamiento quirúrgico de enfermedades, heridas y defectos de la boca y la estructura dental.
Dentro de los tratamientos más frecuentes en Cirugía Bucal podemos encontrar: los dientes incluidos (muelas del juicio y caninos incluidos), las fenestraciones, la cirugía periapical, los frenillos bucales y los torus maxilares.
Los dientes incluidos son dientes que no han erupcionado durante su periodo normal de erupción y permanecen dentro del hueso, parcial o totalmente.
Cualquier diente puede sufrir este proceso de inclusión, pero suele afectar sobretodo a los cordales (muelas del juicio) superiores e inferiores, y a los caninos (colmillos) superiores. Esto es debido a que estos dientes son los últimos en erupcionar y, por lo tanto, tienen más problemas de espacio.
En estos casos debemos descartar cualquier tipo de patología y realizar una radiografía panorámica (ortopantomografía) para poder saber la causa en este retraso de la erupción.
Siempre es mejor realizar la extracción cuando no existe sintomatología ni molestias, ya que el postoperatorio es mejor.
Como los dientes extraídos antes de los 20 años tienen raíces menos desarrolladas, se recomienda que las personas de entre 16 y 19 años acudan al odontólogo para que el profesional evalúe la necesidad de extraer sus muelas del juicio. Como las raíces no se han formado completamente, el hueso circundante es más suave y hay menos posibilidades de dañar nervios y otras estructuras cercanas. La extracción de las muelas de juicio a una edad posterior es más compleja porque las raíces están desarrolladas totalmente (pueden involucrar el nervio) y el maxilar es más denso.
La extracción quirúrgica de los cordales es una intervención que habitualmente se realiza con anestesia local, realizándose la extracción de una hasta las cuatro muelas, aunque normalmente se realiza primero las de un lado y después las del otro lado. Sólo en casos muy seleccionados se requiere realizar una sedación intravenosa complementaria.
Es una intervención totalmente indolora cuya duración oscila de los 10 a 30 minutos y generalmente precisa la colocación de puntos de sutura que se retiran en 7 días.
Como la muela del juicio no ha erupcionado normalmente en la boca, suele ser necesario hacer un pequeño corte en la encía que la cubre. En ocasiones también es necesario eliminar algo de hueso que rodea la muela del juicio, o bien cortar la muela en dos o tres fragmentos. Una vez se ha extraído, la encía se repone con puntos.
El postoperatorio viene determinado por la posición de los cordales y el tipo de intervención. El cirujano valorará su caso, y le detallará con la mayor exactitud el postoperatorio.
Generalmente la extracción de los cordales implica un edema (hinchazón) postoperatorio que puede ser de leve a moderado, entre uno y tres días. Durante estos días deberá seguir una dieta blanda, y el grado de edema determinará el momento de volver a su vida normal. Durante las primeras horas la aplicación de hielo local reducirá la hinchazón postoperatoria. Deben seguirse estrictamente las pautas de higiene indicadas por el odontólogo y evitar el enjuague violento o demasiado vigoroso en las primeras 24 horas.